Las meriendas son una excelente manera de mantener tus niveles de energía estables y tu mente activa durante el día.
También ayudan a disminuir el hambre, evitando que comas en exceso en tu próxima comida principal. Sin embargo, presta mucha atención tanto a la cantidad como a la calidad de tus meriendas, aquí algunos consejos:
- Planifícalas con antelación, así evitas recurrir a meriendas de fácil acceso, pero poco nutritivas.
- Incluye carbohidratos, preferiblemente integrales y una fuente de proteína y/o grasa, ya que te ayudarán a mantenerte saciado por más tiempo.
- Cuida el tamaño de tus meriendas, estas no deben sustituir las comidas principales.
Ejemplo de meriendas nutritivas:
- 12 almendras + 12 uvas
- 1 manzana pequeña + 1 cucharada de mantequilla de maní
- 1 yogur plain + ½ taza de fruta
Existen también opciones prácticas, que te ofrecen una merienda completa, lista para consumir, como IMPULSO®. Esta es una bebida láctea alta en proteínas y con múltiples vitaminas y minerales, que te aporta la energía y nutrientes que requieres para continuar tu día.
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